miércoles, 29 de octubre de 2008

RABAÇAL – ALMEIDA

Crónica por Diego "Carraspanabike"

Día 8

Viernes 01 de Agosto de 2008 (Sexta-feira)

Distancia: 88Kmt.

Total de la ruta: 588Kmt.

Desnivel acumulado: 1382Kmt.

Desnivel total acumulado: 11.964Mts.

Perfil

Enlace Track

Amanece el octavo y último día de aventura. Con la luz del día podemos apreciar lo espectacular de esta casa rural .

Hoy nos vendría bien salir temprano, por una vez, ya que ayer no completamos la etapa prevista y hoy tendremos unos cuantos km. extra. Pero al encontrarnos con el espectacular desayuno que nos han preparado nuestros planes se vienen abajo: no podremos terminar con todo esto en 10 minutos. Así que brindamos por la hospitalidad portuguesa y rendimos el merecido homenaje a nuestros anfitriones.

Después de preparar las bicis nos despedimos de Rabaçal y comenzamos la última etapa. Los primeros 8 km. que nos separan de Marialva se hacen duros ya que nos encontramos con rampas bastante duras y caminos destrozados llenos de grava y piedras. Llegando a Marialva los caminos son más llevaderos, pero al ver la subida que hay hasta el castillo decidimos hacernos la foto de rigor en la plaza y continuar la ruta.

A la salida del pueblo el camino pasa entre unos edificios y unos corrales donde estaban recogiendo a unas ovejas. Los perros de los pastores salen a nuestro encuentro y al pobre Juan que iba delante le atacan tres perros por la derecha y otros tres por la izquierda. Creo que en su vida ha hecho un sprint como el de esa mañana. El camino terminaba en la carretera, con lo que en un momento tenía que vigilar a los seis perros y a los coches que pudieran venir por cada lado, y desde entonces se le conoce por el Dioni. A base de echar agua a los perros que nos atacaban, y los gritos y patadas que les pegaban sus dueños, los demás conseguimos pasar con menos apuros.

Continuamos por un camino “suave y peludo” y otro “duro y calvo”, dejamos atrás Gateira y Juizo por caminos con continuos toboganes que nos van minando las fuerzas mermadas después de varios días de ruta. Tras algún despiste que otro, en el km. 24 nos enfrentamos a una bajada espectacular por carretera que termina en un puente sobre el río Koa. A continuación nos enfrentamos al ascenso más fuerte del día: 600 metros de desnivel en unos 17 km. que culminarán en Castelo Rodrigo. Primero salvamos por carretera el desnivel desde el río y continuamos en suave ascenso por pistas polvorientas. Al llegar a Freixeda do Torrao paramos a descansar un rato y tomar nuestra acostumbrada dosis de cerveza, cogiendo agua para afrontar lo que nos queda de ascenso.

Tras un largo ascenso por un pinar descendemos por una pista para subir el empinado camino que nos lleva hasta Castelo Rodrigo. En el pueblo buscamos un sitio donde poder comer. Finalmente, en una tetería nos dan unas tostadas y reponemos fuerzas.

Dejamos Castelo Rodrigo, pasando por el convento de Santa María de Aguiar. Al pasar por Vermiosa un lugareño con un extraño sentido del humor pretendía cobrarnos un tributo por pasar por sus fincas. Continuamos ruta, parando en Almofala a coger agua, y seguimos llaneando por pistas llenas de polvo y arena. Todos intuimos que el final de esta aventura está cerca e, inconscientemente aceleramos el ritmo. Pero un imprevisto nos hace parar: Jesús ha pinchado… no, ha asesinado a su rueda.

Tras la reparación oportuna todos queremos recuperar el tiempo perdido. El camino es cuesta abajo y empiezo a rodar a buen ritmo, hasta que me advierten de que me he pasado un desvío. Desandamos lo andado y decido ponerme al final para no volver a perderme. Como en los mejores finales de las rutas de los domingos, por delante empiezan a acelerar llegando a rodar por encima de los 30 km/h. Y así llegamos al último cruce de la aventura. Y como los vaqueros del legendario oeste pedaleamos hacia la puesta del sol teniendo ya a la vista el final de la etapa y de la ruta. Satisfechos, tras los abrazos de rigor, nos hacemos una foto donde hace 8 días comenzábamos la aventura. Entre ambas fotos hay 8 días, 588 km. casi 12.000 metros de desnivel acumulado y 50 horas de pedaleo.

Cuando llegamos al hotel nos sentimos orgullosos de la aventura que hemos realizado. El cansancio acumulado ha desaparecido ante la alegría de haber terminado con éxito esta gran ruta. La ilusión e incertidumbre de los días previos a empezar han dado paso a la satisfacción y la experiencia vivida. Con la idea de volver a realizar otra aventura parecida lo antes posible regresamos a casa.

jueves, 9 de octubre de 2008

Linhares-Rabaçal


Crónica por Víctor “Boss”

Día 7

Jueves 31 de Julio de 2008 (Quinta feira)

Distancia: 70Kmt.

Acumulado ruta: 500Kmt.

Desnivel acumulado: 1402Mts.

Perfil

Track

Linhares-Rabaçal

Hoy, como todos los días, tenemos la esperanza de comenzar a andar en bici temprano y para ello nos levantamos a las 07:30; tenemos preparado como desayuno, aparte de todo lo que nos habían traído los amables dueños de la casa (leche, cola-cao, café, pan para hacer tostadas, mermelada, galletas etc), los espaguetis con sardinas que habían sobrado de la cena la noche anterior; yo no los probé (demasiado sabor a pescado de buena mañana), pero alguno se “metió” dos platos (supongo que por si no podíamos comer por el camino).

Son más de las 09:00 y todavía tenemos que, como de costumbre, darles un repaso a las bicis y colocar las alforjas; en esta ocasión el que tiene un pinchazo soy yo; mientras lo reparo, Jorge y Diego aprovechan para colocar mejor la parrilla rota el día anterior y para ello utilizan unos corchos metidos en una manguera y unas bridas anchas (no dará ningún problema a partir de esta reparación); antes de salir de la casa le colocamos a Diego un bidón con Isostar Riojano que también había sobrado la noche anterior.

Son las 10:15 y todavía nos queda por visitar “las piedras” (como dice Juan), ya que la noche anterior nos habíamos entretenido por los caminos antes de llegar al pueblo y se nos hizo un poco tarde.

Es el primer y único castillo en el que tuvimos que pagar (1 euro) para poder entrar a verlo; la verdad es que está muy bien restaurado; descansa sobre una gran losa de piedra, sus murallas están completas y se puede subir a uno de los torreones desde donde tienes unas vistas espectaculares del valle que se encuentra a sus pies; lo visitamos sin prisas y para cuando queremos salir por las calles empedradas del pueblo son ya las 11:00.

Avanzamos cuesta abajo hacia Figueiro da Serra por una calzada medieval con sus piedras y pequeños escalones que amenizan estos primeros kilómetros de nuestro séptimo día, continuamos hacia Carrapichana, alternando caminos y pistas de tierra en bastante buen estado y que transcurren cruzando varios riachuelos, vamos deprisa y sin ningún tipo de problemas ni interrupciones , atravesamos Mesquitela y Vila Soeiro do Chao; hemos recorrido 14 kilómetros sin enterarnos, si no pasa nada, hoy llegaremos pronto y podremos visitar el pueblo con toda tranquilidad (¡que no nos pase nada!).

Ahora solo tenemos que cruzar el río Mondego , pasar por debajo de la autopista y dirigirnos en línea recta hacia Muxagata; pero después de avanzar unos pocos kilómetros por la orilla nos encontramos en un camino sin salida; el track que lleva Juan continuaría recto (pero no hay salida); el roadbook de Jorge le indica que el paso está más atrás (1kmt .) y el track que llevo yo me “dice” que tenemos que subir por una pista que sale a nuestra derecha 100mts. mas atras pero alejandonos del río despues de deliverar un rato y no querer hacerle caso a Jorge, decidimos seguir el track que llevo yo, ya que, supuestamente, no es algo que se haya hecho sobre el mapa sino sobre el terreno.

Subimos a una carretera comarcal para poco después volver a bajar a la orilla del río y encontrarnos sin salida y sin ningún puente que atravesar; otra vez para arriba, a la carretera decididos a seguir por ella hasta atravesar el río y la autopista por encima, ya que vemos donde acaba; entonces advertimos un puente debajo de unas casas y decidimos ir por él; en este momento ya voy otra vez por donde me marca el track, pero nos estamos alejando mucho del pueblo al que tenemos que llegar; no hemos encontrado el paso del Gr pero lo que si hemos visto es el basculante del amortiguador trasero de Diego partido en una de sus barras que sujetan el amortiguador.

Una vez que hemos decidido seguir el track y aunque Jorge está seguro que el camino que bordea la autopista nos llevaría a Muxagata, no nos arriesgamos y continuamos por unos caminos en continuo sube-baja muy duros hasta encontrarnos con las marcas del GR22.

¡Hemos perdido 1hora y media! con este pequeño despiste pero por fin llegamos a Muxagata a las 15:00 después de haber recorrido, solamente 28Kmt.

Comemos en el bar-tienda, que encontramos en el pueblo, a base de ensaladas de lata, patatas fritas, embutidos y emparedados con sus correspondientes cervezas y refrescos.

Salimos dirección Aldeia Nova, alternando trozos de carretera con caminos y pistas en buen estado que atraviesan el río en varias ocasiones, pasado el pueblo nos metemos por un camino que nos llevará a Venda do Cepo y aquí tenemos otro pequeño despiste pero en esta ocasión Jorge no nos deja decidir y nos “obliga” a seguirlo; por supuesto que acierta de lleno; vamos subiendo por una pista con mucha inclinación y alguna piedra en el suelo; este terreno no es muy propicio para las cualidades de Juan pero por una vez , y sin que sirva de precedente, llega primero a la cima sin haber echado pie a tierra (o eso dice jejeje), seguidos Jorge, Jesús, yo y Diego casi juntos.

Continuamos en incesantes toboganes; en uno de ellos Diego vuelve a pinchar, lo que aprovechamos los demás para descansar un poco, protegidos del viento que se ha levantado; una vez reparado decidimos pernoctar en el primer pueblo que atravesemos pero no tenemos suerte ya que Moreirinhas es pequeñísimo; realizamos un sprint de 6kmt. hasta llegar a Rabaçal; en principio parece un pueblo tan pequeño y desolado como el anterior; Jesús , como siempre, va decidido a encontrar alojamiento y consigue que un chiquillo nos lleve con su bici (sin cámara ni cubiertas, con el manillar para un lado y la rueda para otro etc )hasta una casa rural; bueno, mejor dicho un “palacio medieval”.

Es casi de noche y en el alojamiento no dan cenas; nos comenta que a eso de 1kmt, saliendo a la carretera general, encontraremos un restaurante pero que si vamos tarde habrán cerrado, así que Jesús y yo vamos directos hacia allí para reservar mientras los demás se quedan preparándose.

Al menos tenemos 3kilómetros hasta llegar al bar de carretera y se está haciendo de noche por lo que tenemos que ir rápidos; llegamos y esta vacio a excepción del dueño y su hija que parece van a cerrar; Jesús se encarga de reservar para una hora después un plato de pasta, ensaladas y filetes de lomo (que incluso repetiríamos).

Volvemos; ya están las habitaciones repartidas y nos arreglamos sin dilación para ir hacia el lugar de la cena pero antes de salir tenemos un encuentro muy particular, de él salió nuestro grito de guerra uuhhh, uuhhh, jejeje.

Es la primera vez que tenemos que usar los frontales ya que es totalmente de noche; no tenemos ningún percance, cenamos fenomenalmente y encima muy barato.

Recordaremos el alojamiento como el mejor de toda nuestra aventura.

Hoy hemos realizado, 10kmt. menos de los previstos, así que mañana tendremos que hacerlos de mas, aunque poco importa ya que es la última etapa.