domingo, 14 de agosto de 2011

Pedales de León Prólogo





Prólogo por Juan

Del 1 al 4 de agosto de 2011

Diego, Víctor y Juan.

Prólogo.

Dicen que algunos sueños se cumplen convirtiéndose en realidad. Pero solo algunos.

En efecto, y digo esto porque si alguna vez has soñado con que entras a una tienda a comprarte un ajustado traje de baño y, en un momento dado, se introduce en tu probador la joven y bella dependienta para comprobar que la talla es la correcta y la prenda te queda como un guante, provocando en ti, su presencia y cercanía, una hinchazón que ella misma se encargará allí mismo de aplacar; pues es muy posible que esto no te ocurra nunca en la realidad.

Pero si, por el contrario, sueñas con realizar algún día un ruta de varios días en BTT, acompañado por tus amigos, a través de caminos, sendas y pistas forestales que surcan bosques y praderas, en un marco natural incomparable como los Picos de Europa, rodeado de impresionantes montañas y, lo que es mejor, sin tener que transportar las pesadas alforjas, esto es más probable que sí se cumpla, porque todo esto, y mucho más, ofrece Pedales de León: Una ruta circular en BTT, con inicio y final en la localidad de Cistierna, de más de 220 kilómetros y 6000 metros de desnivel que nos conducirá, a través de pistas forestales y caminos, al centro de la Cordillera Cantábrica.

Y yo esto alguna vez lo había soñado. Bueno, y lo otro, a decir verdad, también.

Total que para hacer realidad este sueño (el betetero, no el erótico) me acompañan dos buenos amigos: Víctor y Diego. No, no se trata de aquella pareja de cantantes

que a mediados de la década de los setenta nos deleitaron con canciones como: “A volar”, “El parque” o “La mujer de cristal”, por poner unos ejemplos. No, me refiero a Victor “Boss” y Diego “Carraspana”.

Lamentablemente en esta ocasión no vienen los otros dos compañeros asiduos a estas aventuras. El uno está a punto de estrenar paternidad, y el otro se hizo el sueco y decidió realizar otra ruta, por territorio escandinavo, más a su estilo, en compañía de un amigo sin prisas, pedaleando algunos días en soledad y durmiendo, también algún que otro día, bajo el techo del hotel de las mil y una estrellas.

Y así los tres, -Víctor, Diego y yo- nos desplazamos en coche hasta Cistierna para iniciar esta aventura por la montaña oriental leonesa, no sin antes realizar una parada turística y gastronómica en Sahagún.

Nos personamos en la oficina que Pedales de León tiene en la mencionada población leonesa. Allí Eduardo, el responsable de la oficina, nos entregó a cada uno el libro de ruta, un soporte de road book para el manillar y un mapa del recorrido. También nos informó sobre algunas especies de animales que habitan en la zona, tales como el urogallo, el oso, el rebeco, etc. y nos dio instrucciones sobre algunas prohibiciones y normas para transitar dentro del Parque Nacional de Picos de Europa. Y por último nos metió el miedo en el cuerpo hablándonos sobre la dureza (que no peligrosidad) de la ruta. Diego y yo, que no estamos federados, optamos por contratar un seguro de accidentes para “porsia”.

Y mientras que la luz del sol perdía su intensidad a medida que la luna recobraba la suya, en nuestras cabezas se acumulaban inquietantes preguntas: ¿Seremos capaces de completar, sanos y salvos, la ruta?; ¿presentará una vez más Ramón García las campanadas de Nochevieja?; ¿Sobrepasará la barrera de los 400 la prima de riesgo?; ¿se cumplirán los desalentadores pronósticos de lluvia para el martes?; y, sobre todo, ¿encontrará Frijolito a su padre?

Las respuestas a todas estas preguntas y a algunas más, posiblemente serán desveladas en las siguientes crónicas de mis compañeros.

Yo, por mi parte, me despido hasta el Epi-logo.



Pedales de León Día 1



Distancia: 55km

Desnivel acumulado: 1655mt

IBPindex: 138

Perfil

Imagen Google Earth

Track y Google

Crónica por Victor

La noche anterior coincidimos con tres jóvenes Catalanes (Marc, Sergio y Alex) que van a hacer la misma ruta que nosotros y en los mismos días por lo que pasaremos con ellos muchos ratos.

Después de pasar una noche escuchando la serenata dirigida por Diego y acompañada por Juan nos levantamos a las 07:15 y comenzamos a prepararnos ya que el desayuno es a las 08:00 y queremos salir pronto.

A las 08:50 comenzamos “Pedales de León”;

salimos de Cistierna, atravesamos el río Esla y nos metemos de lleno en una vía verde y que en ligera subida bordeando el Arroyo Mercadillo nos llevará a Yugueros, abandonamos el pueblo y comenzamos la primera subida del día por una pista, al principio en buen estado pero a medida que vamos llegando a la cima el suelo se va poniendo cada vez peor y la inclinación se va endureciendo lo que nos hace echar pie a tierra por primera vez en una rampa del 18% llena de piedras que no conseguimos superar montados.

En lo alto nos pillan los amigos Catalanes y siguen su camino mientras nosotros nos hacemos unas fotos y nos lo tomamos con calma, bajamos con prudencia ya que el comienzo de la pista está bastante roto para a continuación ir por una senda

cerrada de vegetación y con algún tramo con bastante inclinación, llegando a Sabero sin problemas y donde paramos a sellar el road-book por primera vez.

Nada más salir del pueblo comenzamos otra subida típica de la zona, rampas muy duras (rozando el 17%), con el terreno pedregoso y con roderas, donde tenemos que darlo todo para no bajarnos de la bici, llegaAñadir imagenndo al

Collado de los Carriellos con un calor que va apretando a medida que va avanzando el día; bajamos a Valdoré con bastante tranquilidad para comenzar la subida al Collado de Aviau; otra subida durísima y no muy larga con tramos que llegan al 18% hasta llegar a una portilla electrificada, a partir de aquí una pradera verde y solitaria nos llevará a la cima donde volvemos a parar para darnos un descanso y disfrutar de las vistas.

La bajada a Crémenes está un poco rota también, pero sin problemas llegamos al pueblo donde volvemos a encontrarnos a los compañeros Catalanes comiéndose un bocata de jamón, a nosotros nos va más el plato así que a la vez que sellamos el libro por segunda vez le preguntamos si nos pueden hacer un plato de pasta, nos dicen que si pero que tenemos que esperar, en este tipo de rutas el tiempo es lo que nos sobra.

Después de un buen plato de macarrones comenzamos la subida más larga del día y la más llevadera, son unos 8km donde las rampas no pasan del 10% y casi todas rozan el 7% por lo que llegamos al Collado de las Camperas sin problemas, otra parada y comenzamos la bajada hacia Primajas; al poco de pasar el pueblo y por carretera pillamos la opción A de la ruta ya que dormimos en Salamon en vez de Lois hacia donde va la opción principal de la ruta.

Mientras que la ruta hacia Lois tiene una subida más dura, esta variante no se puede decir que sea suave, ya que en sus casi 3kmt las rampas no bajan del 12% y muchas de ellas están en el 19% pero sabemos que es el último esfuerzo por este día así que lo hacemos con ganas y nos tomamos con calma comenzar la bajada desde el Collado de Viego hasta Salamon.

Todo bajada hasta el pueblo en el que vamos a dormir pasando por Valbuena del Roblo y siguiendo por carretera hasta llegar a nuestro destino donde nos recibe Ángel en el Centro de Turismo Rural La Hospederia.

Estamos solos en la casa y Ángel nos atiende muy bien, nos deja una manguera para lavar las bicis, un local para guardarla, una buena ducha y una vuelta por el pueblo; es un pueblo muy pequeño y en dos pasos ya nos hemos salido de él; le decimos a Ángel que nos prepare la cena a las 9 y la verdad que es un lujo; embutidos de la tierra -Chorizo, Salchichón, Jamón y Queso- excelentes y caseros, una buena ensalada ilustrada y para segundo solomillo de cerdo con patatas fritas, unos helados de postre, café de puchero y un orujo de té de roca que quita el sentido.

Es un pueblo encerrado en un barranco con unas grandes montañas que lo rodean, comentamos que si hubiera una tormenta los truenos tendrían que ser espectaculares y así fue, a eso de las 03:30 comenzó un tormentón (aunque ya había empezado a llover a eso de las 12) y pudimos oír el retumbar de esos truenos.

La ruta de hoy ha sido muy dura por las continuas subidas de platillo por terreno roto pero lo hemos pasado muy bien, como de costumbre, ya que sin prisas y con buenos amigos cualquier cosa se hace más llevadera.

FOTOS AQUÍ



Pedales de León Día 2



Distancia: 56km

Desnivel acumulado:1638 mt

Perfil

IBPindex: 141

Imagen Google Earth

Track y Google

Crónica por Diego

Tras la impresionante tormenta caída durante la noche, el día amanece nublado. Después de dar cuenta del desayuno iniciamos el suave ascenso por carretera que nos lleva hasta Lois, yendo paralelos al río Dueñas. Por el camino admiramos las curiosas esculturas de piedras que adornan los tramos más bonitos del río. Al poco rato comienza a caer una lluvia débil que nos acompañará durante una hora.

Pasado Lois, continuamos por un camino que discurre por el fondo de un estrecho valle

formado por el arroyo de Llorada hasta el Collado de Anciles, donde cambiamos de vertiente e iniciamos el descenso hasta llegar a Liegos. Después de sellar en el punto de control continuamos por carretera hasta Lario y seguimos hasta Polvoredo, donde aprovechamos que está la furgoneta de “Frutas García” para comprar unos plátanos. Iniciamos el primer ascenso del día por el precioso valle del río Belenes, rodeado de hayas. Juan y Víctor, como siempre, van por delante, lo que me permite disfrutar en solitario de la belleza y tranquilidad de este valle.

En la parte alta, el valle se ensancha en unos prados tan verdes y llenos de humedad que nadie diría que estamos en Agosto. Tras los prados alcanzamos el collado de Jian, puerta de entrada al Parque Nacional de Picos de Europa, que nos recibe con un hayedo cerrado y muy escarpado por el que parece imposible que se pueda bajar.

Después de admirar las preciosas vistas del Valle de Valdemagán iniciamos el descenso andando siguiendo la normativa del parque. Por otro lado, después de la tormenta caída es terreno está tan resbaladizo que hace imposible bajar montado; aún así, los resbalones son frecuentes.

El descenso se vuelve cada vez más escarpado, con pasos complicados y pendientes muy resbaladizas, zonas encharcadas y arroyos y pedregales que cruzar.

Finalmente llegamos a la Central Hidroeléctrica a partir de la que está permitido ir en bici, llegando en rápido descenso a Oseja de Sajambre.

Aquí, sellamos y reponemos fuerzas preparándonos para el segundo ascenso: el temido puerto de Panderrueda. Se sube por la senda del Arcediano (GR201). Por delante 700 metros de desnivel en 7 km. que empiezan por unas fuertes rampas que al poco se suavizan, ganando altura poco a poco. Por debajo la carretera que sube al puerto del Pontón, y por encima unas nubes amenazantes; y a nuestros pies, el camino hasta entonces ciclable, se vuelve de repente un tremendo barrizal que cruzamos caminando con mayor o menor fortuna.

Al poco rato el camino se convierte en una senda con una fuerte pendiente, y empieza a llover; débilmente al principio pero arreciando poco a poco hasta convertirse en un aguacero impresionante que hace aún más penosa la ascensión. Obligados por la fuerte pendiente y por lo resbaladizo del terreno a ir caminando, continuamos subiendo. Ya no importa el agua porque estamos calados hasta los huesos, ni el hecho de ir caminando porque hace tiempo que guardamos el orgullo en la mochila, ni meter los pies en el barro porque ya tenemos hasta ranas dentro de las zapatillas: sólo queremos llegar.

La pantalla del GPS apenas se distingue, las páginas del roadbook están tan mojadas que se rompen con sólo tocarlas, de forma que la única pista para saber lo que queda hasta el puerto es el altímetro.

Finalmente, llegamos arriba ante la mirada atónita de una pareja que, desde su coche, ve aparecer de entre los árboles y la lluvia a tres descerebrados en bicicleta.

Nos abrigamos como podemos e iniciamos un largo y rápido descenso de 13 km por un hayedo impresionante. La pista está tan llena de agua que a veces parece que vamos navegando por un río, aunque ya poco importan el agua y el barro. Afortunadamente la temperatura no ha bajado de 15 grados en ningún momento y no tenemos mucha sensación de frío.

Cuando por fin llegamos a Posada de Valdeón nos invade una agradable sensación de triunfo por la hazaña realizada, alegría que inmortalizamos.

Tras lavar las bicis, a nosotros y la ropa, nos damos el merecido homenaje en la Pensión Begoña, con una sopa montañesa que revive a un muerto.

FOTOS AQUÍ

Pedales de León Día 3


Distancia: 57km

Desnivel acumulado: 1231mt

Perfil

IBPindex: 111

Imagen Google Earth

Track y Google

Crónica por Victor

Vamos a desayunar al hostal Begoña y lo que nos encontramos es fuera de serie, después de un bollos envasados (cruasanes, magdalenas y sobaditos) nos sacan unas tostadas con mantequilla y mermelada, sin acabarlas aparece con un bizcocho recién hecho y cuando creíamos que era lo último nos sirven unos buñuelos de bizcocho que los acaban de sacar de la sartén, como no podíamos con todo la Señora Begoña viene a echarnos la bronca por no acabar con todo.

Como no podía ser de otra manera después de habernos calado hasta los huesos el día anterior nos tenemos que poner las zapatillas empapadas pero hoy el día amanece claro y el cielo despejado por lo que esperamos que se vayan secando a medida que pase el día.

Salimos de Posada de Valdeón

cuesta arriba por una carreterita paralela a la nacional y muy bien asfaltada aunque con bastante inclinación hasta pasar Santa Marina de Valdeón, estos 5kmt con rampas que van por el 14% son llevaderos ya que el terreno no tiene ninguna dificultad pero en cuanto nos metemos en el camino la situación cambia bastante, el suelo está roto y con mucha piedra suelta, el desnivel aumenta pero es totalmente ciclable y la subida es una maravilla;

llegamos a la carretera y solo nos quedan 500mts para coronar el Puerto de Pandetrave donde paramos a hacer unas fotos ya que las vistas son excepcionales,

Juan aprovecha para entablar conversación con una chica que estaba haciendo una peregrinación en bici o algo así (no fue capaz de explicárnoslo ya que no estaba muy atento a lo que le decía).

Nos quedan hasta el próximo punto de sellado del libro de ruta, 10kmt de bajada por carretera, lo que aprovechamos para lanzarnos algo más rápidos que en toda la ruta, así, que aún parando a sacar alguna foto, en media hora estamos en Portilla de la Reina y sellamos en el Hostal Pico de las Tres Provincias,

aquí Juan pilla agua de una fuente, Diego de otra y yo no lleno el bidón excepto con un acuarius y unos hielos. En este punto y después de descansar un rato, Juan se pone a tirar en el trozo de carretera que nos llevará a Villafrea de la Reina pasando por Barriedo de la Reina (también pasamos por un tramo de camino en muy buenas condiciones). En el restaurante que antiguamente fueron las escuelas públicas paramos a comer y nos volvemos a encontrar a los amigos Catalanes que ya han aprendido de sus errores anteriores y están comiéndose unos platos que tienen muy buena pinta; ellos acaban y mientras se tumban y descansan nosotros damos buena cuenta de una comida excelente aunque un poco cara ya que no había menú y tuvimos que comer a la carta.

Sin reposar la comida, con un sol en todo lo alto y un calor agobiante iniciamos la marcha antes que nuestros compañeros de aventura; nos esperan

7kilómetros que se harán muy duros por las condiciones climatológicas y por el desnivel de sus rampas, solo decir que con una media del 7% los últimos 2km van al 13% con inclinaciones del 17%; en el Collado de Varazón está esperándonos Juan y a lo lejos vemos subir a Mark, Alex y Sergio pero no los esperamos ya que hemos descansado lo suficiente. Los próximos kilómetros son prácticamente en bajada aunque tenemos que dar pedales hasta llegar a Besande donde paramos a rellenar los bidones y meternos por la Opción B ya que no dormimos en Morgoviejo sino en Prioro.

Opción B, consiste en subir el Puerto de Monteviejo por carretera, que no tiene mucho desnivel y en la cima coger un camino en bajada con muchísimas piedras y bastante peligroso que nos llevará a Prioro y es aquí donde realmente empiezan las vicisitudes de la ruta. Llegamos a “El Molino de Prioro” y Diego tiene que ir rápido, rápido al wáter , desde las 17:30 que llegamos no hace nada más que “irse” por arriba y por abajo, a las 21:00 y como se estaba mareando ya que no tenía nada más que echar, decidimos llamar al seguro (Juan y Diego al no estar federados decidieron hacerse un seguro en el punto de acogida de Pedales de León y en ese seguro entraba la recogida y la atención en caso de enfermedad, indisposición o cualquier otra situación que pudiese surgir); diligentes nos mandan un taxi que nos acerca a las Urgencias de Guardo (pueblo a unos 30km de Prioro) donde le “chutan” un medicamento para que no vuelva a vomitar lo que resulta “mano de Santo”, a partir de este momento su cuerpo se va asentando y llegamos a Prioro con el mismo taxi, en cuestión de 1h y 15m se había resuelto la situación pero Diego estaba totalmente deshidratado por lo que no dábamos un duro por que pudiese continuar al día siguiente.

En previsión de que se atreviese a salir con la bici el jueves, Juan y yo con el mapa que nos habían dado para los pedales, preparamos una ruta alternativa ya que estamos seguros que no podría aguantar todo el trote de la ruta original; pero esto ya es otra historia……

Tenemos que agradecer a los dueños del “Molino de Prioro” y sobre todo a Ángel el trato que recibimos por su parte, poniéndonos de cenar lo que quisimos y a la hora que pudimos, interesándose constantemente por el estado de Diego y ayudándonos en todo lo que le pedimos.

Por otra parte y en relación a lo que le pasó a Diego tenemos varias hipótesis, una de ellas es el agua de Portilla de la Reina, otra la comida de Villafrea de la Reina (aunque fue la misma que la de los Catalanes) y la última el Agua de Besande (aunque aquí todos bebimos de la misma fuente y prácticamente la misma cantidad); lo curioso fue que el jueves Diego estaba bien pero sin fuerzas, Juan se puso con diarrea desde por la mañana y a mí me pasó lo mismo el Viernes, por lo que nos parece que tuvo que ser un contagio de Diego hacia nosotros.

FOTOS AQUÍ