Crónica por Jesus “Intendencia”
Día 2
Sábado 26 de julio de 2008
Distancia: 73Kmt.
Acumulado ruta: 171Kmt.
Desnivel acumulado: 1076Mts
Track
Nos despertamos a las 07:00 h con el agradable sonido de las alarmas de móvil y las campanas del pueblo de Sortelha. Hemos dormido en una fantástica casa rural y nos disponemos a comernos un desayuno igual de fantástico que nos merecemos mucho.
Después de recoger alforjas, engrasar cadenas y darnos crema solar salimos con dirección a Monsanto, hoy toca etapa de
Tras varias comunicaciones por móvil y walkie conseguimos reagrupar y bajamos todos juntos hasta el pueblo (Meimao) donde paramos a coger agua. A continuación y después de subir y bajar un pinar, seguimos bordeando un inmenso pantano en la "reserva natural de Malcata" durante varios kilómetros hasta llegar a la presa; vadeamos un río varias veces en el que el más atrevido fue Diego y nos enseño el camino por donde pasar. Así llegamos a Meimoa donde paramos a comer un menú baratísimo con caldo verde y filetes de cerdo.
Comiendo vemos a los únicos bikers que nos encontraremos en toda la ruta; son 4 o 5 (los observamos de lejos, desde los ventanales del restaurante) y van con un carrito para llevar las cosas; iremos siguiendo sus huellas, sin poder pillarlos, durante todo el trayecto hasta la entrada a Monsanto.
Después de los cafés, orujos y las risas seguimos pedaleando por un bosque de eucaliptos que resultan curiosos por lo extraños que son en nuestra zona, aunque Juan nos informa de que en el camino de Santiago Gallego son de lo más común. Seguidamente en una bajada desafortunada Jorge sufre un reventón en su rueda delantera que solucionamos con otra cámara antipinchazos.
Por un camino lleno de polvo, después de bastantes kilómetros sin ver un pueblo ni un ser humano, y un poco escasos de agua encontramos la bici de Juan al lado de una casa de campo que casi parece un corral; me dice que dentro hay unos alemanes que le han ofrecido agua. Dado que todos íbamos ya con ganas de pillar el líquido elemento, decidimos preguntar y muy amablemente nos ofrecen agua a todos; charlando con ellos nos enteramos de que son alemanes que llevan 9 años viviendo en medio de la nada.
Nos despedimos y continuamos hacia la Aldeia de Joao Pires donde nos encontramos con una fuente muy extraña que dispara el agua hacia arriba a una presión más que considerable. Como nadie es capaz de llenar el botellón al final lo que conseguimos es mojarnos los unos a los otros, cosa que tampoco vino nada mal dado el calor del día. Después también nos tomamos una cervecita en el bar del pueblo.
Por último afrontamos lo
Tras ducharnos y cenar tres huevos fritos con patatas y chorizo decidimos que la aventura de hoy no ha terminado y no se nos ocurre otra cosa más que subir al castillo del pueblo a las 11 de la noche, prácticamente sin iluminación. Solamente la subida por el pueblo ya es espectacular por la cantidad de piedras que hay y como están construidas las casas sobre ellas, y una vez en el castillo subimos hasta lo más alto, el punto geodésico, por escaleras estrechas y llenas de socavones. Cuando bajamos otra vez a la pousada y se lo contamos al gerente casi no se lo creían.
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