03
de agosto de 2012
Distancia:
57km
Desnivel
acumulado: 1700mt
IBPindex:
138
Perfil
Imagen
Google Earth
Crónica
por Vitin.
Hoy
toca hacer la vuelta a peña montañesa, una de las rutas de la zona zero, para
ello y como todos los días, nos levantamos
a las 07:15 para dejar todo preparado
antes de ir a desayunar a las 08:00, cuando abren el buffet.
He
estado a punto de colocarle a Juan los calcetines con los que acabé ayer la
ruta pero no en los pies sino en la boca, no deja de “hablar” en toda la noche.
Como
todos los días, desayunamos, colocamos las bicis en el carro y salimos
dirección al pueblo desde donde comenzará la ruta, en esta ocasión Oncins; en
estos días hemos visto cosas sorprendentes, espectaculares y con una grandeza
insuperables; las sendas-trialeras del
primer día, los miradores de Ordesa con su inmensidad y tranquilidad, la
belleza de la peña montañesa con sus sendas y hayedos, el valle real y el
pineta con el insuperable frescor de sus
praderas y la cercanía de los grandes
colosos pirenaicos o el cañón del Añisclo ruta en coche y andando que
disfrutamos encajonados entre dos paredes de piedra tallada por el río durante
miles de años, pero desde luego lo que más me impresionó fue, cuando subiendo el puerto que nos dejaría en Oncins,
adelantamos a un ciclista subiendo ese puerto en bicicleta de montaña ¡¡CON UNA
SOLA PIERNA!!, nos quedamos todos sin palabras y un poco avergonzados; paramos
en el pueblo y esperamos a verlo pasar para darle ánimos (que seguro
necesitábamos nosotros más que él) antes de comenzar nuestra ruta.
Seguimos
subiendo por carretera , ya montados en las bicis, hacia el pueblo de San Victorians donde cogemos un camino bastante roto y un
poco rompepiernas pero perfectamente ciclable que nos llevará al pueblo de Artiat, poco antes de
llegar nos salen unos perros ladrando y
persiguiéndonos hasta que se baja Ramón,
les hace el grito del oso y los perros salen corriendo con el rabo entre
las piernas.
En
un parquecito de Artiat hacemos la primera parada para coger agua, comer algo y
descansar un poco, en la salida del pueblo no tenemos muy claro por dónde continuar
(¡que llevamos 5 gps!), Ramón y yo nos
pegamos un calentón para subir una rampa que, por supuesto, no teníamos que haber subido ya que el track va
por la carretera nueva que algunos la
hacen por el asfalto y otros, en un principio, por las canalizaciones para el
agua.
Después
de 5kmt por carretera nos metemos por la primera senda del día, siempre cuesta
arriba, con algunos tramos de bastante inclinación y algún que otro paso
complicado pero ciclable, la senda es muy bonita y se alternan zonas expuestas
(en una de ellas nos tenemos que bajar ya que había un pequeño desprendimiento
y resbala bastante) con otras más sencillas y frescas, al llegar arriba seguimos bajando por la senda rodeados de robles y pinos hasta que la se acaba y tenemos que
hacer un paso con las bicis en la mano para volver a coger la pista principal
(en estos tramos de senda se “bajaron” de la bici, Juan, Tate y Diego, sin ninguna consecuencia,
quedando inmortalizados en nuestras cámaras de fotos).
Nos
perdimos durante unos minutos ya que la
entrada no estaba bien marcada y continuamos por senda hasta salir a la
carretera un poco más arriba de Senz a donde bajamos para verlo y meternos en el campanario de su Iglesia
donde nos permitimos el lujo de tocar
las campanas.
Como
andamos con un poco de hambre y sed, nos acercamos a la casa rural para ver si
nos dan de comer y beber, algo que hacen encantados; a la vez que nos
bebemos 6 latas de cervezas y 4 coca
colas nos saca queso de vaca y de oveja
de producción propia que está excelente, cuajada y tarta de queso casera, una
jarra de café y unos chupitos de pacharán completaron el almuerzo del día
además de los bocatas que llevábamos desde el hotel.
Con
el estómago lleno continuamos por un pequeño puerto de carretera hasta Vío, paramos a por agua y nos
metemos en un hayedo espectacular y muy
duro donde se alternan rampas de pista con otros rampones de cemento rugoso,
con algunos porcentajes que llegan hasta el 14% y nos deja en el Collado de
Culliver, después de parar a reponer
fuerzas y a disfrutar de las vistas continuamos por el camino de Laspuña, en
principio por senda muy cerrada y preciosa para, después de pasar un refugio
meternos en un camino que durante 3 kilómetros nos llevará cuesta arriba hasta
llegar al otro extremo de La Peña Montañesa (La Collada).
Las
vistas, como todos los días, son espectaculares
y nos recreamos un rato hasta que alguien comenta “vamos poco a poco…”,
en principio por pista pero enseguida comienza la senda más larga (7kmt) y más
bonita que hemos hecho estos días,
aunque también tiene sus tramos difíciles es asequible en casi todo el
recorrido exceptuando los pasos en los que ha habido desprendimientos y están
bastante expuestos incluso han puesto
avisos y cuerdas cruzando la senda para que no pillen por sorpresa.
Fue
un final extraordinario a una ruta dura, larga y muy bonita; hotel, cervezas,
cena y a dormir que mañana nos vamos a visitar los colosos pirenaicos muy de
cerca.
P.D.-
He pasado 5 días maravillosos con unos grandes amigos compartiendo nuestra
afición por la bici y por la montaña
solo puedo agradecer a todos,
estos días tan tremendos que he disfrutado.
FOTOS AQUÍ:
Y AQUÍ:
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